NO TE OXIDES!
- Sara Marchena
- 19 may 2018
- 4 Min. de lectura
Todos sabemos que necesitamos del oxígeno para poder vivir. Si no hay oxígeno, no hay vida, ¿verdad?
¿Sabes que es el oxígeno? En pocas palabras, es el elemento químico de número atómico 8 y constituye cerca de la quinta parte del aire atmosférico terrestre. Su forma molecular es O2, compuesta por dos átomos de este elemento. El O2 se genera a partir del proceso de fotosíntesis de las plantas y es utilizado por los animales y los seres humanos en la respiración.
También forma parte del agua, de los óxidos, de casi todos los ácidos y sustancias orgánicas, y está presente en nuestro cuerpo y en todos los seres vivos. Una de sus propiedades es que es muy reactivo y activa los procesos de combustión.
¿Por qué necesitamos el oxígeno? Recordando un poco de clases de anatomía de secundaria, recordarás que, al respirar, obtenemos oxígeno y expulsamos dióxido de carbono (CO2). Sin oxígeno, nuestro cuerpo no podría realizar ninguna de sus funciones ya que es necesario en cada una de nuestras células para realizar sus actividades. La razón es que el oxígeno tiene una función primordial en la vida de nuestras células para que los nutrientes de los alimentos puedan generar energía al combinarse con el oxígeno. Sin energía, las células se detienen y mueren.
Cuando respiramos, el oxígeno entra en los pulmones, desde donde es llevado a todo el cuerpo por la sangre. La sangre oxigenada que llega desde nuestros pulmones entra en los tejidos y las células que los componen, donde se lleva a cabo la respiración celular, el proceso por el cual las células obtienen la energía necesaria para funcionar.
Durante este proceso de obtención de energía a nivel celular, lo que sucede es una combustión y oxidación de los nutrientes al unirse con el oxígeno. Esto da lugar a la formación de dióxido de carbono (CO2) que es la combinación de un radical simple o compuesto con dos átomos de oxígeno. Este es transportado por la sangre de nuevo a los pulmones y expulsados al respirar. Las plantas utilizan el CO2 para la fotosíntesis y generan oxígeno O2.
Como podemos observar, nuestro cuerpo es parte de un ecosistema, todos los seres vivos estamos interrelacionados, y todos los seres vivos: nacen, crecen, se reproducen, envejecen y mueren.
En estos tiempos, en que el aumento de la expectativa de vida ha provocado un envejecimiento en la población, en los últimos años han aumentado los estudios relacionados a este tema y existen diferentes hipótesis sobre el envejecimiento. En este articulo y en virtud a lo explicado más arriba, la hipótesis más acertada es que ¡nos oxidamos! ¿Cómo así?
Teoría de los radicales libres y el estrés oxidativo en el envejecimiento
En resumen, el principio central de esta teoría radica en cómo durante el metabolismo a nivel celular se producen incidental y de forma incontrolable radicales libres derivados del oxígeno, los cuales dañan irreversiblemente a las macromoléculas, daño que se acumula en el tiempo, y esto resulta en una pérdida gradual de los mecanismos del organismo para mantenerse en equilibrio (homeostático), interferencia de patrones de expresión genética y pérdida de la capacidad funcional de la célula.
Fue en el año 1956 que Harman propuso la teoría de los radicales libres en el proceso de envejecimiento. En esa fecha, se sabía muy poco sobre la generación de los radicales libres y sus subsecuentes reacciones moleculares. Gracias a los avances que se han producido en este campo, la hipótesis original ha sido mejorada y dice que existe interrelación entre la generación de oxidantes, la protección antioxidante y la reparación del daño oxidativo (los 2 últimos pueden ser inducidos en respuesta al daño.) La expectativa de vida puede ser aumentada al disminuir el grado de los fenómenos oxidantes. Esto se logra con mejores hábitos dietéticos y con el aumento de las defensas antioxidantes.
Es en la parte de la célula conocida como mitocondria, encargada de la producción de energía donde se generan mayor cantidad de especies reactivas del oxígeno (ERO). El incremento en la formación de estas se justifica con el hallazgo de que en el envejecimiento se modifican las condiciones del flujo de electrones en la cadena de transporte de estos. Los investigadores postulan que las ERO generadas pueden producir daño tanto a la membrana interna de la mitocondria como a los componentes de la cadena de transporte de electrones o al ADN mitocondrial, lo que incrementa aún más la producción de ERO y consecuentemente más daño a la mitocondria e incremento del estrés oxidativo por aumentar la producción de oxidantes.
El genoma mitocondrial es muy susceptible al ataque por los radicales libres producido en la propia mitocondria. En los últimos años se han encontrado múltiples evidencias que corroboran la importancia de la disfunción mitocondrial en la patogénesis de la destrucción celular que causa envejecimiento, y es el estrés oxidativo el principal inductor de esas alteraciones.
En pocas palabras, el estrés oxidativo ocurre cuando hay un desbalance en nuestras células debido a que aumentan los radicales libres y/o disminuyen los antioxidantes. En el tiempo, este desajuste entre los radicales libres y los antioxidantes puede dañar nuestros tejidos.
Conclusión
El cuerpo humano es sensible al ambiente externo y esta constantemente tratando de mantener el equilibrio interno.
El exceso de radicales libres puede llevar al estrés oxidativo en nuestros cuerpos, lo que puede acelerar el envejecimiento. La marca Nutrilite, a la vanguardia de la ciencia, ahora entiende que influir en el mecanismo antioxidante y de defensa propia del cuerpo puede devolver los radicales libres al equilibrio, reduciendo el estrés oxidativo.
Puede que no tengamos control sobre el ambiente externo, pero con un suplemento como Double X de Nutrilite podemos recuperar el equilibrio de nuestro cuerpo. Veamos como en el siguiente video:
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