¿Por qué es tan importante cuidar la piel del sol?
- Sara Marchena
- 18 mar 2016
- 2 Min. de lectura

El sol provoca daños en nuestra piel que se van acumulando día a día. La piel tiene memoria de estos daños y una vez que se producen son irreversibles.
El sol provoca en nuestra piel quemaduras, envejecimiento prematuro, que se evidencia mediante manchas, arrugas, dilataciones vasculares y cáncer de piel.
El cáncer de piel es el más común de todos los tipos de cáncer: siendo de cada tres canceres, uno de piel. Lamentablemente su incidencia se ha triplicado en los últimos años por la exposición inadecuada al sol. La radiación solar sin una protección apropiada es la responsable del 90% de los canceres de piel.
¿Cuáles son los rayos que nos llegan del sol?
El sol emite diferentes tipos de rayos que llegan a la piel. Estos son los rayos ultravioleta A (UVA), los rayos ultravioleta B (UVB), los rayos infrarrojos y la luz visible. Los UV A penetran en las capas más profundas de la piel y son responsables del envejecimiento prematuro y del aumento del riesgo de cáncer. Los UV B penetran de modo más superficial y provocan quemaduras solares y tienen un efecto directo en la aparición del cáncer de piel. Los rayos infrarrojos dan la sensación de calor que percibimos del sol y favorecen el envejecimiento de la piel y probablemente el cáncer.
¿Cómo debemos protegernos de la radiación ultravioleta?
Para prevenir las quemaduras, el envejecimiento y el cáncer de piel que provoca la radiación UV debemos cuidarnos adecuadamente del sol. La manera de hacerlo de forma correcta es utilizando medidas físicas tales como el resguardo del sol en la sombra, el uso de ropa que proteja la exposición directa al sol, sombreros de ala ancha, y lo más importante protectores solares.
¿Qué hay que tener en cuenta al elegir un protector solar?
Los protectores solares son productos que contienen sustancias que reducen la cantidad de rayos que penetran en nuestra piel, pero no lo evitan completamente. Si se utilizan de modo correcto disminuyen de modo significativo el daño solar, aunque no en su totalidad.
Al momento de elegir un protector solar hay que tener en cuenta lo siguiente:
El protector solar ideal debe contener una combinación adecuada de filtros químicos (absorben la radiación UV) y filtros físicos (reflejan la radiación)
Debe ser eficaz para frenar los rayos UVA y los UVB, debiendo aclararlo en su envase.
El denominado “factor de protección solar” (FPS) es un número que mide la efectividad del producto para prevenir las quemaduras solares causadas por los rayos UVB, es decir, mide la protección contra la radiación UVB.
El FPS no debe ser menor a 30 y variara según el tipo de piel. Las pieles más claras que se enrojecen rápidamente y se broncean con dificultad, necesitan factores de protección más altos, siendo 50 el ideal. Por ejemplo, un protector con FPS 30 bloquea el 96% de la radiación UVB mientras que un FPS 50 lo hace en un 98%.
Solicita mas informacion a saramarch2004@yahoo.com
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